KUNG FU MING CH'UAN Descripción e historia
Kung Fu Ming Ch'uan:
¿Arte Marcial, sistema de defensa personal basado en la máxima eficacia, ejercicio físico o modo de motivación personal para enfrentarse a los más diversos retos coditianos? Cada practicante encuentra su propio significado pero indudablemente es el aglutinante de un grupo de personas que independientemente de su realidad individual se reune para desconectar de la activdad diaria practicando un deporte que mejora sus cuerpos, mentes y es capaz de dotarles de unos conocimientos técnicos que les pueden sacar de una situación comprometida.

Este estilo de Kung Fu debe gran parte de repertorio técnico a las artes marciales koreanas. Las técnicas de pierna parecen sacadas tanto de un catálogo de Taekwondo como de los más clásicos filmes de artes marciales; las de defensa personal combinan proyecciones, luxaciones, manejo de armas y golpeo en un abanico fundamentado en el Hapkido, el Judo y movimientos clásicos del Kung Fu más tradicional.

El instructor es José Antonio Rodríguez Rodríguez. Rechaza el nombre maestro por respeto a quienes le enseñ del mismo modo que rechaza el quinto Dan "honorífico" recibido tras la consecución del título de Campeón del Mundo de Kung Fu, en la modalidad de combate, en Semi Sanda, en categoría menos de 80 kilos (Peruggia, Italia, 1999); sin duda el logro deportivo más notable aparte de haber sido pluricampeón de España. Dos décadas de práctica ininterrumpida, 10 años de docencia sin dejar de entenar siendo un ejemplo de superación, 20 cinturones negros formados y en la actualidad 98 alumnos federados entre los 5 y los 42 años avalan su método pedagógico-deportivo.

El entrenamiento se basa en la honestidad - nadie asegura a nadie que por el mero hecho de estar apuntado vaya a lograr realizar figuras acrobáticas propias de coreografías de películas orientales-, en el adiestramiento físico-técnico y en la consecución de la máxima intensidad que cada uno quiera aplicar a su entrenamiento. Cada uno marca sus propios límites en función de sus cualidades físicas y capacidad técnica, pero no es extraño ver cómo cada uno intenta ir más allá por orgullo personal.

La consiguna de "lo que tú me des, recibirás el doble" es el lema no escrito que resume aquellos entrenamientos realizados por parejas: los qeu apuestan por entrenar duro, confiados en su fuerza, siempre tienen alguien que cumple sus expectativas, la mayoría de los casos para hacerles darse cuenta por sí mismos que la fuera bruta no lo es todo. Al contrario, quienes no son partidarios del contacto pleno, cuenta con personas que sin aparente esfuerzo son capaces de emplear la más exquisita suavidad. Los recién llegados, los menos entrenados y los más débiles reciben, sin embargo, una protección especial que compense su menor experiencia en tanto no demanden otra intensidad, lo cual es especialmente acusado en las escasas ocasiones en que el entrenamiento se enfoca hacia el combate. Más habitual es, en cambio, el adiestramiento técnico físico; la mejor manera de estar en condiciones de afrontar los más variados retos. No es por ello de extrañar que media docena larga de integrantes del grupo de Kung Fu participen habitualmente en carreras de asfalto y montaña.
Aikido