Manuel Carrillo Troya

El sensei Miguel Gómez Nacarino comenzó a entrenar con Manuel Carrillo Troya en el gimnasio Kiofu, cuando Luis Lafuente Aguilera abandonó dicho gimnasio para crear su propio gimnasio, el Juka. Manuel, o Manolo, como le solía llamar, era un maestro con gran técnica y muy tradicional. El sensei Miguel aún recuerda cuando solía acudir a impartir las clases andando por la calle Alcalá con un zapato tradicional japonés llamado guetas.
Con Manolo, el maestro Miguel alcanzó el grado de segundo dan de Karate y además de maestro fue un gran compañero de entrenamiemtos. Ambos realizaron el cambio de Shito Ryu a Shotokan tras conocer a Guillermo Laich de Koller.

Pocos años después de acabar el servicio militar, Manolo se trasladó al Puerto de Santa María en Cádiz y creó su propio gimnasio, el Bassai. No obstante ha mantenido el contacto con el sensei Miguel y varias veces ha venido a Madrid a impartir cursos invitado por Miguel y por Lorenzo Parra. Un gran karateka y una gran persona a la que sólo se le puede desear lo mejor para él y su familia.

Manuel Carrillo